martes, 28 de septiembre de 2010

BIBLIA ADULTERADA...



CHICK PUBLICACIONES, REVELA Y CUESTIONA OMISIONES DE LA BIBLIA NVI

Chick Publicaciones mediante un boletín reveló varios versículos claves para un cristiano, que han sido omitidos por la Biblia NVI, donde no aparece por ejemplo: Mateo 17: 21, Texto que si aparece en Reina Valera 1960: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno”.

Chick Publications (http://www.chick.com/es/), la prestigiosa compañía estadounidense dedicada a la tarea de publicar tratados, libros ilustrados, libros de historietas, folletos, vídeos, y otros materiales cristianos, recientemente publicó un severo cuestionamiento respecto las omisiones que ha hecho la Biblia Nueva Versión Internacional.

El Dr. Rex Cobb, del Instituto de Traductores Bautistas Bíblicos, realizó una comparación entre estas Biblias en español para ver cuántas veces se apartaron del texto tradicional o EL TEXTUS RECEPTUS (TR) USADO POR LA IGLESIA PRIMITIVA.

A raíz de esto, Chick Publicaciones con el apoyo del Dr. Cobb recomiendan la Biblia Reina Valera Gómez (RV) (o la Reina Valera 1960), la cual según ellos, es una verdadera Biblia “Textus Receptus”. Sin embargo, esto no termina aquí, sino que muestran en un boletín las omisiones que hizo la Biblia NVI que a continuación les mostramos los textos:

Mateo 5: 44 (RV): “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.

Mateo 5: 44 (NVI): “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen”.

El versículo que no deja de llamar la atención es Mateo 17:21.

Mateo 17: 21 (RV): “Pero este género no sale sino con oración y ayuno”, Reina Valera 1960.

Este versículo la NVI lo omite clara y totalmente y solo aparece el 20 y el 22: “—¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? 20 —Porque ustedes tienen tan poca fe —les respondió—. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible. [a].

Como podrán apreciar una de las mayores armas del cristiano es el ayuno y la oración y fueron omitidas de la NVI.

Mateo 18: 11 (RV60) “Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido”, Reina Valera 1960.

En Mateo 18: 11, la NVI, eliminó completamente el versículo: 10 Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial. 12 ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada?

Es más si usted estimado lector tiene la e-sword, el programa para el estudio de la Biblia, comprobará que al buscar el texto Mateo 18: 11 en la NVI, se dice que el texto fue omitido. Al igual que las versiones de estas biblias en el sitioBibleGateway.com: Reina Valera / Nueva Versión Internacional

Si bien es cierto que Chick Publicaciones, realizó este análisis para mostrar su nueva versión, LA NVI, ES UNA BIBLIA COMPLETAMENTE ADULTERADA, PORQUE LAS OMISIONES NO HAN SIDO COSAS MÍNIMAS SINO ELEMENTOS ESENCIALES, aquí les dejamos otros textos para usted los compare la RV1960 con NVI: Marcos 3:15, Marcos 7:16.

Por Nínro Ruíz Peña | NoticiaCristiana.com | E.E.U.U | Lunes 27 de Septiembre, 2010.

COMENTARIO:

El problema no solo son las omisiones numerosas e importantes que hace esa versión bíblica NVI, sino la traducción no tan literal o no fiel de muchas palabras y frases, tratando de modernizar o liberalizar el lenguaje. VMS.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Porque en medio de los grandes vientos El esta ahí


San Juan 6: 16-21 “Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.
Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban”.

Todos tenemos una barca que manejar la cual es nuestra vida, sin duda que el mejor capitán para nuestra barca se llama Jesús, puesto que el nos conoce a perfección.

Pero en la vida nos enfrentamos a grandes vientos que quieren hundir nuestra barca, esos vientos pueden ser obstáculos que no nos permiten alcanzar las bendiciones de Dios.

En el pasaje anterior vemos como algunos de los discípulos de Jesús, pescadores profesionales entre ellos, tuvieron miedo en medio del mar, primero por los grandes vientos que soplaban y segundo al ver que Jesús andaba sobre el mar y se acercaba a la barca.

Hay momentos en la vida en donde los grandes vientos, no nos permiten ver con claridad la Divinidad y la Soberanía de Dios, esa que permite o no que las cosas pasen. No podemos negar que todos en momento determinado hemos sentido miedo al encontrarnos en medio de mares grandes y temibles. Es mas a alguno de nosotros hasta nos hemos querido tirar de la barca, al pensar que esos vientos recios no acabaran.

Pero quiero decirte que en medio de esos grande vientos, Jesús aparece para decirnos: “Yo soy; no temáis”, que lindas palabras de Jesús, primero diciendo: “Yo soy”, aduciendo a que el es Dios y luego el “no temáis”, en pocas palabras “confiad en mi”.

Amigo mío, te invito a confiar en el Señor, a que en medio de esos vientos fuertes, puedas reconocer la voz de Dios que te dice: “No temas”, ¿Por qué temer si El esta conmigo?

Si tu estas pasando por una situación difícil a tal punto que no sabes que hacer, yo te digo departe del Señor en esta hora: “Yo soy, no temáis”.

Autor: Enrique Monterroza

«ROBAR SU PROPIO BANCO»








por el Hermano Pablo

Iba a ser el asalto perfecto, un asalto que no podría fallar, que no dejaría ninguna pista, y que produciría al asaltante una cuantiosa suma. El disfraz del asaltante, también, era perfecto: anteojos negros, peluca de color diferente, y nariz arreglada por un experto en maquillajes de teatro.

Así disfrazado, Wong Hoi Wan, de cincuenta y ocho años de edad, de Hong Kong, decidió asaltar un banco de su ciudad. Sólo que él era el presidente del banco. No se sabe si por el calor o por los nervios, la nariz se le desprendió. Y por si eso fuera poco, su enorme figura de 135 kilos de peso ya lo había denunciado a los guardias.

El titular en los diarios era interesante: «Intentó robar su propio banco».

¿Qué significa robar su propio banco? Es alzarse con el dinero que clientes desprevenidos, con toda confianza, han depositado en él. Es levantar una suma incalculable de dinero sin pensar en las consecuencias. Es arruinar honra, familia y porvenir. De ahí que Wong Hoi Wan tuviera que rendirle cuentas a la policía, al juez y a sus depositantes, expiando tras las rejas su maldad.

Si bien en esta vida pocos han de robar su propio banco literalmente, muchos lo han de hacer en sentido figurado. Pues robar su propio banco también es minar el prestigio que uno, con paciencia y cuidado, ha conquistado. Es derribar, por descuidos éticos, la posición que uno, en el mundo de los negocios, ha ganado.

Es destruir, por infidelidad conyugal, lo más hermoso y preciado que en este mundo existe: su matrimonio. Y junto con la destrucción de su matrimonio quedan, también, destruidos sus hijos, sus nietos y el resto de la familia.

Robar su propio banco es agredirse uno mismo con el uso de drogas y alcohol, destruyendo ánimo, cerebro y voluntad, haciéndose inútil para servicio benéfico y provechoso.

Es hacer caso omiso de la inquietud espiritual que toda persona tiene, destruyendo así la oportunidad de reconciliarse con Dios. Es llevar una vida materialista —efímera, volátil y falsa— sin preocuparse de lo espiritual. Es cerrar las puertas del cielo. «¿De qué le sirve a uno —afirmaba Jesucristo— ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?» (Lucas 9:25).

Lo cierto es que podemos ganar millones y adquirir casas, joyas, lujos y placeres, pero si descuidamos nuestra alma nos estamos robando a nosotros mismos.

No sigamos robándonos así. Sometámonos más bien al señorío de Cristo. Él quiere ser nuestro Salvador. Dejemos de robar nuestro propio banco.


Más Devocionales!