¿El buen Dios?

En uno de sus últimos diarios publicados en 1968, Montherlant escribió: «Mi aventura terrenal se acaba… Pronto mi alma levantará vuelo, y si a pesar de todo el Dios de los cristianos tuviese que ser el bueno, estoy muy tranquilo».

Claro que el Dios de los cristianos es el bueno, el único, no hay otro. Pero para estar tranquilo, es necesario haber escuchado y creído lo que él nos dice en su Palabra.
La Biblia nos revela que Dios no es el buen Dios que algunos se complacen en imaginar; un Dios que terminará por permitir la entrada al cielo a todo el mundo. ¡Trágico error! Es cierto, Dios es bueno: él es el Dios Salvador y quiere que todos los hombres sean salvos (1 Timoteo 2:4). Pero por lo menos es necesario decir «sí» a su llamado, reconocer que se necesita ser salvo y creer en Jesucristo a fin de estar preparado para encontrar a Dios.
En efecto, si Dios es bueno, también es el Dios santo que condena el pecado. Es el Dios de la verdad que censura toda forma de mentira. No nos equivoquemos; la bondad de Dios no es indulgencia. Nos urge arrepentirnos y volvernos hacia Jesús para recibir el perdón de nuestros pecados. Entonces podremos conocer a Dios como nuestro Padre en Jesucristo, un Padre que nos ama y cuida cada día.

Dios te bendiga!!!